Tuvo su nacimiento en el siglo XVIII y son originarias de Inglaterra, tienen un cuerpo oscuro que va del marrón intenso hasta el negro y un cuerpo de mediana densidad, la capa de espuma puede variar entre blanquecina y canela. Con un delicado aroma a malta tostada, de pan o bizcocho y con toques suaves de olor torrefacto que en ocasiones es acompañado de tonos a chocolate. Comparte sabores frutales gracias al lúpulo que se pueda decidir usar en su elaboración.
Además de sus sabores a malta tostada con chocolate cuenta con otros sabores secundarios como el café en este caso o a veces a regaliz y galleta. Tiene un discreto sabor a lúpulo floral o terroso que puede llegar a ser inexistente sin dejar a un lado el amargor que la misma planta provee lo que puede ser el elemento clave para llegar al equilibrio y conseguir un sabor maltoso que refresca la boca después del trago e invita al siguiente con la ventaja de que el grado de alcohol es bajo y va de entre los 4.5 y 6.5%.
Existe una gran variedad de los lúpulos que se usan para este tipo de cerveza, especialmente se buscan lúpulos que otorguen la misma medida tanto en sabor, amargor y aroma, entre los más usados comúnmente se encuentran el Northdwn, northwest golding, challenger o bullion ya que cuentan con un nivel perfecto de ácidos alfa que ayudan a que la cerveza posea las características de aroma y sabor característicos.
Gracias a sus tonos sabor a chocolate, tostados y un poco a café con el aroma torrefacto esta cerveza es la idónea para platillos con carne asada, embutidos como el chorizo o la chistorra, así cualquier alimento que tenga como base la masa o pasta, el contraste que existe entre la masa y la malta de la cerveza crean una combinación única. Justamente es la variedad de sabores dulces y amargos que disfrutamos en este estilo se pueden conjugan a la perfección con cualquier tipo de postres, especialmente los que tengan como materia prima el chocolate o el café, por ejemplo, un tiramisú aunque si es alguien arriesgado puede probar con el contraste de la mantequilla de cacahuate o el dulzor de un pay de manzana.
Por excelencia los quesos combinan con cualquier estilo de cerveza conocido o nuevo y hablando específicamente de la comida mexica; los moles son la comida que resaltaría su sabor gracias a esta cerveza ya que como ella posee sutiles sabores a chocolate, semillas y picante se convierte en la bebida que resaltaría sus sabores muy lejos de opacarlos.
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