Esta distinguible ciudad se alza en un elevado monte rocoso donde la piedra caliza le otorga su originalidad y además ofrece un suelo excepcional para el cultivo de sus viñedos. Tiene una amplia riqueza cultural y arquitectónica que constantemente ha estado en evolución y que en 1999 fue declarado como Patrimonio Mundial de la Humanidad y con el título de “paisaje cultural”, es el primer viñedo clasificado en todo el mundo.
A partir del siglo XII la vitivinicultura se empezó a desarrollar gracias a las órdenes religiosas que se asentaron en esa pequeña localidad y requerían de vinos para las celebraciones religiosas. Los viñedos estuvieron un tiempo, después de la Revolución Francesa, controlados por manos privadas, a ellas se les agradece los vestigios de grandes muros de piedra que rodean gran parte de los cultivos, en el siglo XIX se producía la misma cantidad de vino que de explotación de piedra para construcciones, lo que originó que todo el poblado tuviera grandes galerías subterráneas, con esto se tuvo un mayor auge en la elaboración del vino y gracias a la llegada del tren en 1950 se dio a conocer a todo el mundo.
El suelo de Saint-Èmilion tiene una combinación perfecta entre varios elementos naturales que crean un microclima templado perfecto; cuenta con una magnífica variedad geológica entre sus suelos calcáreos, arcillosos, arenosos y pedregosos, esto aunado a unas ligeras pendientes para una exposición al sol de todos los viñedos. Es gracias a estas condiciones naturales que la vinicultura de la región es favorecida y por lo tanto puede dar una variedad de tipos de uva y unos vinos con cuerpo concentrado, refinados y delicados.
Las variedades de uvas que se mezclan en sus viñedos son el Merlot que proporciona sabores de frutos rojos combinados con las moras y las cerezas, es la variedad de uva por excelencia de la región, el cabernet franc proporciona aroma, finura y elegancia al vino y el cabernet sauvignon que proporciona un sabor de especias y además le otorga longevidad al vino. En conjunto con el tipo de vino que se cultive las técnicas de crianza le realzan los matices aromáticos al vino, ya sea que se deje envejecer en barrica para que le proporcione complejidad al sabor de humo o tostado o que se envejezca en botella para que le proporcione notas minerales o especies de vainilla o aromas de fruta para que con el paso del tiempo los vinos tomen un color a teja o naranja y ofrezcan una complejidad en boca.
Gracias al sindicato vinícola de Francia los vinos de Saint Èmilion cuentan con dos Denominaciones de Origen Controlada (“Saint-Èmilion Grand Cru y Saint- Èmilion AOC”) mención que sirve para designar que el sabor o características de un producto alimenticio se deben exclusivamente al medio geográfico y sus factores naturales y humanos y por lo tanto su elaboración se restringa a la zona geográfica delimitada.
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