Aunque sea un dulce disponible todo el año en Europa, nos referimos a las castañas confitadas.
La perfección de lo sencillo se refleja en una castaña cubierta glaseada con almíbar de vainilla y Brandy o Cogñac según su origen. El precio de los mismos se debe a que su producción es un trabajo totalmente manual y cuenta con varios pasos muy detallados.
- Se inicia seleccionando castañas del mismo tamaño y de primera calidad.
- Después, se deben de asar las catañas con cuidado para no marcarlas o quemarlas.
- Se pelan minuciosamente a mano, cuidando no romperlas, para lograr que quedan impecables.
- Se hierven tres veces en un almíbar elaborado con azúcar, agua, vainilla en vaina y Brandy.
- Se empacan de manera individual a mano y con una base de cartón.
Las que se rompen o no llegan al nivel de calidad deseado se convierten en puré de castañas.
¡Un dulce ideal solo para golosos!